La mano inocente
A pesar de que tenía prisa, decidió volver a subir a casa a arreglarse el pelo. No estaba despeinada, sino demasiado peinada. Tanto, que el implante coclear sobresalía de uno de los laterales de su cráneo. Se veía demasiado y, por eso, se colocó el pelo de esa forma tan estudiada que tenía ella de…