Historias de Anita Campana: Lee mis labios
Me bajo en el metro y luego tengo un paseíto hasta el periódico. Si las condiciones climatológicas resultan adversas, me subo al primer autobús. Tengo una parada justo a la puerta. Aquel día hacía un frío de esos de los que se gastan bromas. Por eso decidí coger el bus. No quería quedarme congelada como…