Marta es encantadora. Lo tuvo muy claro Agustín desde que la conoció. Una vez que ella mostró su disposición a caminar juntos, a él le entraron las prisas por saber cosas sobre la sordera y los implantes cocleares. Todavía carecía de la confianza necesaria para someterla a un interrogatorio. Por eso prefirió documentarse por su cuenta. Ya tendría tiempo, si la relación prosperaba, de preguntar. Y cómo ya le advirtió ella: las cosas las aprendería a su lado.
Internet es la nueva enciclopedia del siglo XXI. Con información y errores repetidos. Se decantó entonces por consultar las páginas de expertos, de centros especializados e incluso de los fabricantes de implantes. Hizo acopio mental de muchos datos, pero inevitablemente tenía que confrontarlos con Marta. Bueno, al menos así tendría alguna noción. Casi todos los días consultaba un ratito.
Por fin llegó el momento esperado, su primer fin de semana juntos. Estaba tan entusiasmado como temeroso. La convivencia muestra al otro como es. Y Agustín quería saber muchas cosas sobre Marta. La casa rural elegida y los alrededores constituían un escenario propicio para afianzar el incipiente noviazgo.
Tenían tantas cosas que decirse el uno al otro que a Agustín se le olvidó preguntar a Marta más detalles sobre su sordera. Fue ella quien tomó la iniciativa cuando decidió tomar una ducha antes de bajar a cenar al restaurante de la casa rural.
— Los implantes me los quito para ducharme. Y también para dormir. Cuando esté sin ellos, mírame a la cara para que pueda saber qué dices leyéndote los labios.
— De acuerdo —contestó Agustín.
Ella entró en el cuarto de baño. Al cabo de unos segundos de allí comenzaron a salir unos sonidos que pretendían ser una canción. Por más esfuerzo que puso Agustín no logró saber qué era lo que Marta quería cantar. Al cabo de unos minutos ella salió, envuelta en una toalla y muerta de risa.
— Lo sé. Canto fatal. No es porque no me oiga. Con los implantes también lo hago muy mal. Pero me sienta bien.
Y Agustín comprendió que tenía mucho tiempo por delante para conocer a Marta.