La música es alimento para el alma. Pero los estudios nos advierten de los riesgos que sufren aquellos que la interpretan. Una reciente investigación sobre una de las mejores orquestas de música clásica en Noruega ha puesto en evidencia unos datos demoledores: el 43,6% de los músicos tienen problemas auditivos. No se quedan ahí las cifras. El 76,9% de los músicos experimenta tinnitus de distintas frecuencias. El peligro no está sólo en el rock. También la música clásica esconde su lado oscuro.
El autor del estudio, Magne Nyvoll Temte, de la Universidad de Oslo (Noruega), explica que los músicos de orquesta ensayan muchas horas al día a niveles que exceden los 85 decibelios. Aunque esta investigación en concreto no se paró en analizar qué instrumentos provocan más riesgos de pérdida de audición, estar situado delante de instrumentos de viento o percusión aumenta el peligro.
Padecer discapacidad auditiva puede alejar a los músicos de ejercer adecuadamente su carrera profesional. Otro aspecto que señala el estudio es que el 82,1% de los participantes sufren dolor después de actuar con la orquesta y el 76,9% mostraba sensibilidad al sonido. Aunque los músicos son conscientes de que el ruido provoca pérdida de audición, prácticamente no usan tapones para protegerse los oídos. Hay que tener en cuenta además que la pérdida de audición progresiva no tiene cura alguna.