La sola vista de un cartel que incita a la ciudadanía a respetar el descanso de sus vecinos ya es motivo de algarabía. Estas llamadas a la concordia están apareciendo en distintos puntos de la capital por iniciativa del Ayuntamiento de Madrid. Ya era hora de que las autoridades hicieran algo. Pero es tan poco.
Recientemente hemos sabido que uno de cada cuatro españoles dice que no duerme bien por el ruido ambiental nocturno. Las ciudades españolas son un infierno de ruido. Más de 9 millones de personas soportan niveles superiores a los 65dB recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Parece que no somos suficientemente conscientes de los efectos perniciosos que tiene el ruido sobre la salud.
Los ruidos urbanos tienen distintos orígenes, aunque el fundamental es el tráfico. Le siguen las obras y el ruido relacionado con fiestas. En Madrid ya se ha constatado que el ruido del tráfico aumenta los ingresos hospitalarios y el nacimiento de prematuros. Un cartel es poca cosa. Aunque algo es algo. Esperemos que sea el comienzo de una campaña municipal contra el ruido.