Una reciente investigación de la Universidad de Florida (Estados Unidos) pone de manifiesto que el ejercicio físico contribuye a la prevención de la pérdida auditiva relacionada con la edad. A falta de experimentación con seres humanos, el laboratorio probó con ratones. El estudio fue publicado en el Journal of Neuroscience.
Según los investigadores, los ratones sedentarios perdieron células ciliadas y músculos estriados del oído a mayor velocidad que los que fueron sometidos a ejercicio. El análisis evidenció que la actividad física previene contra la pérdida auditiva.
Otros estudios señalaron las bondades del deporte y el efecto negativo del sobrepeso y la obesidad. Una investigación realizada en Turquía a mujeres de entre 18 y 40 años confirmó el aumento del riesgo de sufrir pérdida de audición cuando existe un nivel bajo de actividad física.
Las pruebas, ejecutadas por investigadores del departamento de endocrinología y metabolismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Yuzuncu Yil, constató que la pérdida de audición como resultado de la obesidad puede prevenirse.
Son evidencias que ya se conocían. Un estudio publicado en la revista American Journal of Medicine en 2013 recogió el seguimiento a 68.000 mujeres durante veinte años con pruebas de audición, medida del índice de masa corporal y el perímetro abdominal.
Los resultados mostraron la relación entre los niveles de baja actividad física, obesidad y pérdida de audición. Aquellas mujeres con una masa corporal inferior que se mantenían activas tenían 17% menos probabilidades de padecer pérdida de audición en los años de la vejez. Por el contrario, las que tenían un perímetro abdominal superior a 80 cm presentaban un 11% más probabilidades de sufrir una pérdida auditiva. Y las que superaban los 88 cm de cintura llegaban al 27% más de tener una discapacidad auditiva.
Moraleja: si no corres es peor.