Madrid está celebrando la Feria Internacional de Turismo (FITUR), ocasión que CLAVE aprovecha para seguir apostando por la accesibilidad acústica en los hoteles de España. El foco hay que situarlo en el concepto de accesibilidad. Muchos establecimientos han adaptado sus instalaciones para personas de movilidad reducida o discapacidad audiovisual, pero olvidan la discapacidad auditiva.
No es una cuestión de mala fe de los hoteles. Tiene que ver más con una “cierta invisibilidad” de la discapacidad auditiva. Por eso no hay que cejar en el empeño de publicitar que una pequeña inversión puede aumentar la rentabilidad de los establecimientos.
Entre las posibilidades figuran algunas medidas de decoración como el uso de alfombras, cortinas o mobiliario que reduzcan la reverberación. Contar con algunos despertadores vibrátiles o bucle magnético en recepción y salas de reuniones facilitan la vida a las personas con discapacidad auditiva.